Según la cosmovisión chamánica, todos nacemos con un compañero espiritual en forma de animal. Como este conocimiento se perdió en la cultura moderna, nuestro Animal de Poder puede dejarnos por causa de ese olvido. Las culturas chamánicas dirían que ese abandono nos deja vulnerables.
Estos espíritus protectores nos ayudan, tanto en nuestra vida cotidiana como en nuestra búsqueda espiritual de armonía, reforzando el poder de quiénes somos.
El Animal de Poder es el mayor protector que una persona puede tener. Desde el punto de vista chamánico, sencillamente, en un cuerpo lleno de poder no hay lugar para la enfermedad.
Algunas de sus principales funciones son:
– Hacernos más resistentes a pequeñas enfermedades.
– Protegernos de intrusiones externas.
– Ayudarnos en situaciones difíciles.